Confieso que se me arruga el alma, escribir esta columna de opinión, por dos circunstancias que me tienen en duelo nostálgico.
Hoy más que nunca la humanidad puede tener acceso a la información y tener presente hechos que han marcado la historia de pueblos enteros, tal es el caso de los genocidio (asesinatos sistemáticos contra un pueblo, grupo étnico, cultural, político, religioso o racial por el simple hecho de serlo)
Testimonio desgarrador el entregado por una mujer colombiana, de nombre Ángela Candamil, precursora del uso del grafiti en las últimas décadas, y dueña de una fe de carbonero para sobrevivir a la abierta persecución de las autoridades clasistas.
En el comentario de la semana pasada, me comprometí a ampliar el tema del ferrocarril. Este medio de transporte emblemático ha evolucionado significativamente desde sus inicios. Los primeros trenes eran tirados por cuerdas, accionados por gravedad o por caballos.
OpaReporteros